Harta

Estoy harta.
Dos palabras que enseguida se escuchan. Esa frase deja al descubierto que la persona que las dice ha tenido un bajón y que cree que su vida no merece la pena. Aunque últimamente se utiliza más para decir que alguien no soporta a alguien. Para diferenciar los dos significados puedes basarte en el tono de voz: si la persona lo dice con furia, es la segunda; si apenas se esfuerza para hablar, es la primera. Aunque para gente como yo, reservada, sólo se adivina por la expresión de la cara. Vale que se intenta disimular, pero al final es imposible. No se puede vivir con toda esa oscuridad en tu mente, por mucho que te intentas convencer de que eres fuerte. No, nadie es tan fuerte como para soportar esa sensación.

Y sí, lo reconozco. A veces he pensado en terminar con esto, en tirarme por la ventana y gritar al mundo lo que pienso de este planeta de locos. Pero no he podido hacerlo. Nunca. Algo me retiene, y me enfurece que no sepa el qué. No creo que sea una persona. Pero tampoco sé si es algo material. Quizás es que en realidad no quiera hacer eso. Es algo inexplicable.

Pero lo que sí he aprendido es que tengo que seguir adelante. Sonreír ante las personas que odio, intentar ayudar a las personas que quiero, aunque ellas no quieran estar conmigo. Algún día podré ser libre, y tengo miedo de lo que pueda pasar después. Por eso intentaré montarme un vida fácil.

Y si tú estás de bajón, también deberías hacer lo mismo. El mundo está lleno de personas crueles, pero eso no debe afectarte. No intentes solucionar el problema de la forma que habrás pensado veces. Sonríele al cielo y demuestra al mundo que eres feliz. Y si te pasa como a mí, que eres reservado y la oscuridad se acumula en tu corazón, escribe o dibuja donde sea lo que siente tu interior. Te hará sentir mejor.